Existen varias opciones para transportar la tienda de campaña durante un viaje en bicicleta. Las más populares son las siguientes:
1) Llevarla en la bolsa del manillar
La forma más habitual de transportar la tienda de campaña es en una bolsa de manillar. Esto le permite tener un fácil acceso a ella cuando llega a su campamento, y hace que sea fácil acceder a ella mientras conduce si hay mal tiempo. Algunas personas prefieren no guardar la tienda en la misma bolsa que el saco de dormir y la colchoneta, pero esto depende de las preferencias personales. Necesitarás al menos una bolsa de manillar de gran capacidad (al menos 1 litro), y si quieres más espacio, considera la posibilidad de adquirir dos bolsas más pequeñas en lugar de una grande. La Bivy Mummy de Mountain Laurel Designs es una excelente opción para este propósito.
2) Llévalo en tu bolsa de sillín o en la bolsa del cuadro
Si no quiere guardar su tienda de campaña en el mismo lugar que otros artículos como la ropa o la comida, otra opción es llevarla en una bolsa de asiento o una bolsa de estructura separadas. En estas bolsas podrá guardar todo lo que necesite para acampar y podrá acceder fácilmente a ellas al llegar al campamento, pero puede que no ofrezcan tanta protección contra la lluvia o el viento como una bolsa de manillar.
Hay muchas formas creativas de transportar una tienda de campaña durante un viaje en bicicleta.
Aquí tienes alguna ideas:
El método de la maleta: Esta es probablemente la forma más fácil de llevar una tienda de campaña en el camino. Sólo tienes que empaquetarla y llevarla contigo. Las ruedas facilitan las maniobras en aeropuertos y hoteles sin tener que cargar con ella. Esta puede ser una buena opción para los que tenemos problemas para desplazarnos con mochilas o bolsas de viaje. Sin embargo, si estás planeando ir en bicicleta o remar por el río, esto no funcionará bien ya que será demasiado voluminoso y pesado para llevarlo mientras vas en bicicleta o remando por el río.
El coche: Si vas a viajar a un lugar lejano y no quieres preocuparte de llevar tu propio equipo, alquila uno de estos coches. Suelen ser más baratos que el billete de avión o el dinero de la gasolina, y vienen con camas o sacos de dormir ya montados, así que lo único que necesitas es comida y agua. El único inconveniente es que no siempre están disponibles en todos los hoteles de todas las ciudades, así que infórmate antes de reservar.